miércoles, 29 de julio de 2015

Ana Fernández "El futuro da igual y hay que vivir ya" | Reportaje 'Mujer Hoy' Julio 2015



La vida le ha dado un golpe, pero no la ha derrotado. Más madura, segura y serena, vuelve al cine con una comedia romántica. Y confiesa que cree, más que nunca, en el amor.



Vive minuto a minuto, sin pensar en mañana. Apenas cuatro meses después de la muerte de su pareja, el cámara de televisión Santi Trancho, la actriz retoma las riendas de su carrera estrenando 'Solo química', una comedia romántica que es, además, su primera película como protagonista.

Ana, que se hizo muy popular gracias a su personaje de Sandra en la serie Los protegidos, sonríe, mordisquea chuches y despliega toda su gentileza, madurez y generosidad. Pero vayamos poco a poco...

Mujerhoy. ¿Qué tal está?

Ana Fernández. Bien, he estado viajando bastante, haciendo sesiones de fotos aquí y allá, en Turquía, en Israel... Tener una agenda bien apretada es lo que necesito.

MH. Este es su primer papel protagonista en el cine... ¿Quién es Olivia, su personaje?

AF. Es una de todas esas fans que siempre están en las alfombras rojas, en los festivales, en la puerta de los hoteles y que normalmente son anónimas: las oímos gritar, pedir fotos y autógrafos, pero no sabemos nada de ellas, qué piensan, qué sienten, quiénes son...

MH. ¿Tuvo usted su etapa fan? ¿Quiénes eran sus ídolos adolescentes?

AF. Sí, lo tuve con las Spice Girls cuando era muy pequeña, no tendría más de seis o siete años. Mis amigas y yo las imitábamos, nos aprendíamos las canciones, ensayábamos... Con ellaslo di todo...

MH. Su personaje se enamora perdidamente de un actor al que solo conoce por las fotos...

AF. Es que yo creo que la palabra enamorarse es tan importante que debería utilizarse con más cuidado. Puedes sentirte atraído por alguien porque en una película te transmita unas sensaciones, pero eso es algo muy distinto. Y luego también está la obsesión, que está a un paso muy corto del enamoramiento, pero no lo es.

MH. Solo química es una parodia de películas románticas: con guiños a clásicos como 'Pretty Woman' o 'Sabrina'. ¿Le gusta el género?

AF. Sí porque cuando vas a verlas sabes lo que pasará y cómo acabará, pero te da igual, lo que importa es que sea estéticamente muy bonita, que los actores te gusten y tengan 'feeling', y que te haga sentir eso que tú ya sabes que vas a sentir. La receta de las comedias de amor es perfecta y los ingredientes están claros, pero no siempre sale bien.

MH. ¿Cuál es su favorita?

AF. ¡No sé cuántas veces habré visto Notting Hill! Es maravillosa. La favorita de mi madre es Bajo el sol de la Toscana.

MH. ¿Cree en ese amor perfecto que muestran esas películas?

AF. Ahora mismo sí. Ha habido épocas en las que me gustaba más sentirme soltera y deseada, el ligoteo... pero quizá por las relaciones que he tenido, sí creo. La mayoría de las personas se pasan toda la vida buscándolo sin encontrarlo. Pero yo siento que sí lo he vivido: y encima joven y guapa, y con las cosas en su sitio y la piel tersa [Risas]. Y eso no me lo quita nadie, soy afortunada, porque lo he experimentado.

MH. Se ha definido como feminista: ¿no está eso reñido con los cuentos de hadas?

AF. Depende. Yo creo que todo el mundo tiene una princesa o un príncipe dentro. Pero mi lado feminista sale más en lo que tiene que ver con la profesión. Me cabrea que las artistas estemos sometidas a esa presión de estar siempre perfectas ¡Mira todas esas actrices que se han transformado la cara y se han quedado sin expresión! Pobrecitas, a mí me da pena. Un hombre parece que cuantas más canas, más interesante... Es indignante.

MH. ¿Percibe también esa desigualdad en el reparto de papeles?

AF. ¡Por supuesto! Los más interesantes suelen ser para ellos. Y no lo entiendo, porque solo tienes que salir a la calle para ver que mujeres de cualquier edad tienen personajazos brutales. Pero no, parece como que en el cine, cuando eres jovencita, puedes hacer de dulce, de Lolita, de puta... Luego, cuando tienes treinta y pico, haces de tía soltera a la que nadie quiere, de madre desquiciada... Y luego pasas directamente a ser la maruja o la abuela. ¿En serio todas las mujeres podemos ser solo ese puñado de cosas?

MH. Desde 'Los protegidos' ha estado desaparecida de las pantallas. ¿Qué tal lo ha llevado?

AF. Esa inseguridad permanente es complicada. Yo, gracias a la publicidad, he podido ir manteniendo mi economía y mi independencia, pero sí se viven muchas subidas y bajadas a nivel emocional.

MH. Con su padre de ficción en la película, José Coronado, mantiene una relación muy cercana... ¿Qué tal se lleva con los de verdad?

AF. Yo soy muy familiar. Mis padres se separaron hace muchos años, pero tenemos todos muy buena relación. Mi madre sabe si me pasa algo solo porque no he puesto un signo de exclamación en un WhatsApp. Me conoce mejor que nadie y de ella he heredado mi vis cómica.Mi padre es más tímido, más callado, pero nos unen cosas muy guays: la pasión por la historia, los viajes, el cine de Woody Allen al que me llevaba ya con 10 años, la música, sobre todo el rock inglés de los años 60 o 70, que escuchamos juntos desde que era pequeña... Lo de meterme en esto de ser actriz salió de él, porque fue quien me apuntó a clases de teatro y me acompañaba a los primeros castings.


MH. Uno de los personajes de 'Solo química' asegura en el filme: ''Pasan cosas malas, pero a la vida hay que mirarla con una sonrisa''. ¿Cree que eso es más fácil decirlo que hacerlo?

AF. No creas, tampoco es tan difícil hacerlo. Cuando te ocurre algo tan duro como lo que me ha pasado a mí, tienes dos opciones: te lo puedes llevar al lado más negativo, al se acabó; o al positivo, al de la vida me ha dado una lección. Evidentemente hay momentos durísimos que no puedes esquivar, ni debes, porque hay que vivirlos. No sé si es por mi personalidad, por una fuerza que no sabía que tenía o que me está llegando de no sabemos dónde, por mi familia y mis amigas que me están cuidando de una manera increíble, pero voy superando el día a día.

MH. ¿Cuál es esa lección de la que habla?

AF. Que no sabemos nada, que estamos totalmente perdidos, que en nuestro puro egoísmo como individuos, nos planteamos futuros, elecciones, preocupaciones y decisiones que dan exactamente lo mismo. Desde que amanece un día más y sale el sol, ya hay que estar dando gracias porque lo que es seguro es que un día no va a salir. El tiempo que estemos aquí, que no sabemos cuánto es, hay que vivirlo siendo plenamente conscientes. Tendemos a vivir en piloto automático y eso nos convierte un poco en robots. Yo he aprendido a disfrutar mientras conduzco, me doy una ducha, o preparo algo en la cocina. Y he aprendido también a hacer lo que me lo que me nazca de dentro, a no perderme nada por miedo a las críticas, a lo que vayan a decir los demás, a lo que sea correcto o incorrecto. Siempre y cuando no hagas daño a nadie, creo que tienes que hacer lo que te apetezca.

MH. La encuentro mejor de lo que esperaba...

AF. Hay momentos en los que estoy más débil, más triste, más melancólica, pero es que tienes dos opciones: o vivir o morir. Y lo que está claro es que sobrevivimos. Mucha gente me ha dicho: ''A mí me pasa eso y me muero''. Ya, yo también pensaba que me iba a morir. Pero resulta que pasa un día que tienes tienes hambre y quieres comer, y a las dos semanas, alguien te dice una chorrada y de repente te ríes. Y te sorprendes a ti misma con tu risa: ¡Dios mío, cómo es posible que me esté riendo! Piensas que jamás vas a volver a comer, jamás vas a dormir, jamás vas a poder volver a reírte y sí, lo vas haciendo.

MH. ¿Y tiene fe en que volverá a enamorarse?

AF. Ahora mismo es muy difícil. Pero sé que soy capaz de seguir queriendo y sé que todos necesitamos amor. Pero ahora es complicado porque perder a la persona que amas así es muy diferente a cuando rompes; lo tienes que colocar en una cajita que guardes en un lugar especial, porque nunca se va a ir. Así que hay que hacer ese trabajo a nivel emocional y mental para que siempre esté ahí y al mismo tiempo poder tener esa libertad para seguir con tu vida terrenal aquí. Es todo muy complicado, todo está como en el aire, cogido con pinzas. A lo único que puedo enfrentarme ahora es al hoy.

MH. ¿El trabajo ayuda?

AF. Claro. Doy gracias a que tengo la película y la promoción, porque es una muy buena razón para levantarme cada día por la mañana. Y lo que no voy a hacer es venir aquí con desdén o mala cara porque no vamos a volver a estar un día como hoy, tú, yo y todo este equipo en un lugar como este, disfrutando de esta experiencia. Los momentos no se repiten: o los vives o te los pierdes, así que vamos a disfrutarlos, a pasarlo bien. Y mañana ya veremos.

MH. ¿En qué piensa cuando todo se pone negro?

AF. En que el hogar está ahí y siempre puedes volver a casa.



Muy personal

El equilibrio.

''Hay gente para la que su profesión es su vida, para mí no: mi vida son muchas cosas que me llenan y me hacen crecer, pero una sesión de fotos o un rodaje son solo una manera de ganármela''.

Amigos de verdad.

''Se ha creado esa especie de nebulosa absurda de que en este trabajo todos somos divinos y nos queremos a muerte. Y eso es mentira. De cada trabajo he sacado algún amigo de verdad, de los que han estado a mi lado, pero no me engaño''.

 Scans:




D.A.F, MujerHoy

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